lunes, 22 de julio de 2013

Exorcismo de un futuro profesional

Varios días han transcurrido desde que empezó la travesía, desde entonces se ha desdoblado y lo que se ve de ese sujeto es la carcasa, el empaque, lo que le permite mostrarse ante los demás. Su vista únicamente se concentra en la pálida pantalla que hasta entonces es dueña de su vida, de su espíritu y de su sueño. Desde aquel día los días son de cielo oscuro y las noches breves destellos de cielo claro. Ella pasa ligeramente detrás de él, ríe, un pequeño roce en su cabeza le señala su presencia pero el sujeto o lo que queda de él, inmutable, responde con una seña breve. En estos días que han sumado meses, el sueño se confunde con la realidad, el autómata que diariamente se ve fugazmente llega finalmente a la meta; lo que éste no sabe es que dentro de esta larga experiencia, el final no necesariamente está donde creemos.  

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